En su multifacética práctica artística, Gonzalo Hernandez (M.A. painting; M.F.A. fibers, 2019), utiliza narrativas personales relacionadas con cuestiones contemporáneas como el trabajo, identidad y las nociones de éxito y fracaso. Su trabajo en medios como la instalación, escultura, pintura, fotografía y video, está vinculado particularmente a su perspectiva como inmigrante, al mismo tiempo que atiende a asociaciones culturales más amplias. Mientras borra las distinciones entre arte y vida, el artista considera diversas situaciones y materiales, sin importar cuan banales o cotidianas sean, como material potencial de su trabajo. Desde escultura en relieve hecha de cartón de desecho proveniente de fábricas hasta fotografías hechas con un iPhone de listas casualmente escritas con bolígrafo en su mano, el artista encuentra un repositorio de sentido en aquello que parece ser ignorado. Es entonces en los encuentros cotidianos con el texto, el lenguaje y los materiales, que se crea un espacio para la interpretación simbólica.
El contexto de la galería de exalumnos del SCAD Museum of Art es un marco referencial importante para la exhibición de Hernandez. Mientras era un estudiante, el artista visitaba frecuentemente el espacio de exhibición al mismo tiempo que era testigo del impacto que el mismo tuvo en las carreras de sus compañeros. Con esto en mente, el artista interviene el espacio cuidadosamente con obras que refieren a su trayectoria académica, su desarrollo como artista emergente, y su constante cuestionamiento sobre cuál es el papel del artista. La importancia del tiempo de Hernández en SCAD es sugerida por la pintura (:( (Gracias a Todd), 2020, en donde el artista rinde tributo a su profesor de pintura Todd Schroeder, una importante influencia en su trabajo con quien recientemente ha colaborado. Hernandez ha creado esta pintura con un material distintivo, Tyvek, un material usado comúnmente por Schroeder como sustrato de sus pinturas, sin embargo, Hernández subierte la limpieza del material usado por Schroeder, mediante la selección de un Tyvek usado en la industria de la construcción cuya marca comercial, así como la leyenda “Hecho en los Estados Unidos”, son visibles.
En la exhibición se puede encontrar la obra PPP, que consiste en la reproducción de un patrón impreso con la imagen de la Pantera Rosa, en espuma de insulación comercial. Esta espuma de la Pantera Rosa convierte empuja la integridad del cubo blanco hacia la naturaleza de un espacio de trabajo, un gesto que apunta hacia la práctica expansiva del artista y su posición como un artista joven. Este tipo de materiales de construcción, reales y simulados, son usualmente utilizados por el artista como una metáfora de la capacidad transformativa de un ambiente de trabajo, en relación con su propia experiencia como una entidad “en proceso”.
Así como los símbolos y significantes que el artista utiliza en su práctica, Hernandez excede las capacidades del texto con el título (:(. Este símbolo representa de manera simultáneamente una cara feliz y triste, dependiendo de la dirección en la que se lea, y pretende representar una sensación de ambivalencia, o emociones mezcladas. Mientras el artista considera el impacto y la trascendencia de una exhibición individual en un museo como un paso importante en su carrera, Hernandez reflexiona acerca de lo que esto significa en medio de un momento de inestabilidad global. Su emoción de llegar a este punto de su carrera, es alcanzada por la trepidación e incertidumbre sobre el futuro de su carrera, de las instituciones y del mundo.
Traducción : SCAD